Modern Lovers – Emma Straub
★ ★ ☆ ☆ ☆
‣ shitty people doing basically nothing
‣ tokenism
‣ the worst kind of new yorkers
"You couldn't pay me a million dollars to eat a fish that was born in Brooklyn."
Talk about waaaaack. I was actually pretty excited to read this. Emma Straub is a Brooklynite, a prep school alumna, a bookstore owner. I feel like I had every reason to believe a book about Brooklyn, where the kids go to a school presumably modeled after the prep school the author attended, would be great. I was suuuuuper disappointed.
The characters were not likable. I thought for a moment they were designed to be unlikable, but then I had moments where I second-guessed it and thought it was my own taste. The characters are so clueless, so financially careless, so incredibly thoughtless. There were so many obvious plot points and the ending felt so unfinished? Straub uses this tactic where she makes little article snippets into a sort of epilogue, but it feels lazy and unfinished.
Also, the token black girl (Zoe) is so idolized. She’s like the manic pixie dream girl for white people who swear they have black friends. I’m like so over this book, and doubt I’ll read her again.
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‣ gente de mierda que básicamente no hacen nada
‣ tokenismo
‣ el peor tipo de neoyorquinos
"No podrías pagarme un millón de dólares para comerme un pescado que nació en Brooklyn".
Háblame de esta baaaaaaaasura. En realidad estaba bastante emocionada para leer esta novela. Emma Straub es de Brooklyn, alumna de un colegio privado, propietaria de una librería. Siento que tenía todas las razones para creer que un libro sobre Brooklyn, donde los niños van a una escuela presumiblemente siguiendo el modelo del colegio al que asistió el autor, sería genial. Estaba suuuuuuper decepcionada.
Los personajes no eran agradables. Pensé por un momento que estaban diseñados para ser desagradables, pero luego tuve momentos en los que pensé que era de mis propias opiniones. Los personajes son tan desorientados, tan descuidados financieramente, tan increíblemente irreflexivos. Hubieron tantos puntos obvios de la trama y el final se sintió tan inacabado. Straub usa esta táctica donde hace pequeños fragmentos de artículos en una especie de epílogo, pero se siente flojo e inacabado.
Además, la “token black girl” (Zoe) es tan idolatrada. Es como la “manic pixie dream girl” para los blancos que juran que tienen amigos negros. Me fastidió tanto este libro, y dudo que vuelva a leer algo de la autora.